ECKHART TOLLE

Una imagen engrandecida de nosotros mismos, o la visión de tener esto o aquello no son más que metas estáticas y, por tanto, no generan poder. Debemos asegurarnos de que nuestras metas sean dinámicas, es decir, que apunten a la actividad en la cual tenemos centrada nuestra atención y a través de la cual estamos conectados con otros seres humanos y también con el todo. En lugar de vernos como estrellas famosas o escritores exitososo, debemos vernos como fuente de inspiración y de enriquecimiento para un sinnúmero de personas a través de nuestro trabajo. Debemos sentir cómo esa actividad no solamente enriquece y confiere profundidad a nuestra vida, sino a la de muchas personas más. Debemos sentir que somos la puerta a través de la cual fluye la energía desde la Fuente inmanifiesta de toda la vida, para beneficio de todos. Todo esto implica que nuestra meta o visión es ya una realidad en nuestro interno, en el nivel de la mente y del sentimiento. El entusiasmo es el poder a través del cual el plano mental se traslada a la dimensión física. Es el uso creativo de la mente, razón por la cual no hay deseo de por medio. No podemos manifestar lo que deseamos, solo podemos manifestar lo que ya tenemos. Podemos obtener lo que deseamos esforzándonos arduamente y sometiéndonos al estrés, pero no es ése el camino de la nueva tierra. Jesús nos dió la clave para utilizar la mente de manera creativa y para la manifestación consciente de la forma cuando dijo, "Todo lo que pidan en la oración crean que ya lo han recibido y lo obtendrán". (Marcos 11, 24).

Tomado de: TOLLE, Eckart. Una Nueva Tierra. Grupo Editorial Norma.